Juguetes, aparatos tecnológicos, ropa de marca es el deseo de tu niño. Y estamos seguros que trabajas y haces lo imposible para darle lo mejor. Lo cierto es que el lo que más necesitan es cariño, atención y comprensión. Si tu le das todo lo que pide, solamente conseguirás que se vuelva caprichoso y altanero.
Ayúdale a formar su carácter y a valorar lo que tienen en casa enseñándole a carecer. Esto funciona de forma sencilla, solamente tienes que darle un poco menos de lo que demanda. Por ejemplo: no necesita recibir un juguete nuevo cada que te acompaña al supermercado, estrenar ropa de marca cada que asisten a una fiesta para pasarla bien o contar con el equipo más especializado para ser bueno en un deporte.
a) Hazlo consiente de que no es el centro del universo: muéstrale que todos tienen necesidades y que son igual de importantes que las de el. Esto le servirá para aprender a relacionarse y no faltar el respeto a otros pensando que sus necesidades son prioridad.
b) Enséñale que lo mejor de la vida es gratis: Que vea las cosas simples que hay a su rededor. Date tiempo para vivir momentos de alegría en situaciones que no requieran un costo como: dar un paseo en el parque, reírse contando chistes o admirar la naturaleza. Un niño que sabe apreciar con agrado su entorno, se vuelve menos quejoso.
c) Que sea servicial: asígnale tareas diarias, ponlo a cargo de actividades adecuadas para su edad que contribuyan al buen funcionamiento de la casa. Esto lo formará como una mejor persona, y cuando crezca será servicial de forma natural y con buena actitud aunque las tareas no sean de su completo a grado.
d) Ser perseverante: si las cosas no le salen bien a la primera, trabaja con el para que no se frustre, al contrario que vea en los problemas un reto para superar y que en la medida que pueda, mejore sus reacciones. Por ejemplo: si le gusta un deporte pero no es muy bueno, en vez de tirar la toalla, anímalo a que se esfuerce el doble practicando y seguramente verá resultados o si sacó malas calificaciones, no basta con un regaño, motívalo a esforzarse y pídele mejores resultados.
Al principio es complicado cambiar la forma de tratar a tu hijo, pero veras que a largo plazo les servirá mucho para que viva con una mejor actitud ante la vida.