Los niños aprenden sobre el buen carácter cuando sus padres y los otros adultos en sus vidas cotidianas:
Ponen un buen ejemplo a través de su comportamiento y sus acciones
Fijan y comunican normas altas y expectativas claras
Les enseñan cómo ser responsables y bondadosos
Utilizan la literatura para reforzar los valores que integran el buen carácter.
¿Cómo poner un buen ejemplo?
Siempre estamos enseñando algo a nuestros niños mediante nuestras palabras y nuestras acciones. Los niños aprenden de lo que ven y escuchan, comparten los valores de sus padres sobre las cosas más importantes en la vida, nuestras prioridades y nuestros principios, así como nuestros ejemplos del buen comportamiento les pueden enseñar a escoger el buen camino cuando otros caminos parezcan tentadores.
En nuestras vidas, podemos demostrar a nuestros niños que sabemos respetar a otras personas.
La manera en que nos comportamos en nuestras actividades diarias puede demostrar a nuestros niños que siempre tratamos de poner nuestro mejor esfuerzo al servicio de nuestras familias, nuestras comunidades y nuestro país.
La forma en que consideramos el dinero y las cosas materiales también puede moldear el carácter de nuestros niños. Si definimos nuestro valor y el de otras personas en términos materiales como carros, casas, muebles, ropa fina y otras posesiones, nuestros niños tenderán a tener las mismas actitudes.
Ejemplo
—Papá, ¿por qué estás dejando esa nota en el bote de basura?
—Hay vidrio roto adentro, Alberto, y no quiero que se lastimen los trabajadores que recogen la basura. Les estoy advirtiendo sobre el vidrio.
—¿Son tus amigos?
—No. No los conozco, pero de todos modos no quiero que se lastimen.