Responder ante una acción es lo que hace a una persona responsable y si tu deseo como padre o madre es que tu hijo al crecer se convierta en alguien que tiene cuidado al tomar decisiones, presta atención a esta información.
Alrededor de los 3 años, los niños comienzan a desarrollar habilidades del pensamiento que les permiten comprender las consecuencias de sus actos. Es el mejor momento para iniciar su formación como niño responsable, de sus actos y de sus pertenencias.
Un buen consejo es, que las actividades que el niño debe hacer, se las digas resaltando el beneficio que obtendrá, por ejemplo: “Mira que bonito se ve tu cuarto cuando tienes tu cama”.
Otra opción es que se haga cargo de actividades que le llamen su atención, puede ser regar diario una plantita o mantener un espacio de la casa sin juguetes o alimentar un animal, por ejemplo un pez. Y así si será muy claro para el niño ver la consecuencia de sus actos.
Enfócate en una acción y poco a poco aumenta las actividades en las que tu hijo puede hacerse responsable.
Piensa en lo que hace bien tu hijo, cuales son las actitudes responsables con las que ya cuenta y díselo, ¡Hijo me gusta que seas responsable en _______!
La clave está en no hacer estas actividades de forma intermitente, porque así lo confundirás y creerá que la responsabilidad es un juego.
Ten presente que la responsabilidad se forma con la constancia y es indispensable la guía de los papás en este camino de la responsabilidad durante los primeros años de vida del niño.