Convivir diario con las personas nos hace dar por hecho que las conocemos bien y tal vez solo sabemos lo básico de ellas. Lo mismo puede pasar en la casa. Quizás no nos hemos dado el tiempo de analizar lo que realmente piensan y sienten quienes son más cercanos a nosotros.
Hace unos días mi hija mayor me pidió que le contara la historia de un recuerdo bonito que tuviera de ella cuando era menor, sinceramente tengo un millón de recuerdos, pero contarle una anécdota en concreto me costó un poco de trabajo. Y me hizo reflexionar sobre los mejores momentos que pasamos en familia.
Te invito a reunirse en familia y escribir estas preguntas en papelitos
- ¿Sabes cual es la persona o personaje a quien admira?
- ¿Cual es la actividad que disfruta más hacer?
- ¿Cual es el logro del que se siente más orgulloso?
- ¿Cual es su mayo sueño?
- ¿A quién considera su mejor amigo?
- ¿Cual es su mayor temor?
- ¿De qué te reíste la ultima vez?
Convivir y comunicarte en familia es crear memorias que durarán para siempre. Y seguramente si realizas esta actividad, recordarás momentos felices que no tenías en mente.