Como padres tenemos una gran responsabilidad en la forma en la que nuestros hijos se relacionan, juegan y se comunican verbal o físicamente con los demás.
Si quieres que tu hijo cuente con las habilidades para convivir sanamente, debes fomentar su relación con las personas que están a su alrededor, desde los niños de todas las edades, adultos de su núcleo familiar y prestadores de servicios.
Seguramente has escuchado la frase de: “Los niños son un espejo de los padres”, y es que, es a través de la imitación que los niños aprenden cómo interactuar en la sociedad. Para los niños, imitar es una forma de demostrar empatía y lo hacen repitiendo palabras, gestos y expresiones… buenas y malas. Y se ve reflejado en su estilo de convivencia diaria con quienes lo rodean.
Haz un esfuerzo por ser un buen ejemplo para tu hijo al saludar, ser amable, dar las gracias y reaccionar con una buena actitud ante situaciones negativas que puedan suceder en el día. Procura no caer en la trampa de pedirle a tu hijo que actúe de una manera si tu haces lo contrario.
Por ejemplo: que el salude a sus vecinos, si tu nunca lo haces.
Es importante también, conocer la personalidad de tu hijo, si es tímido o introvertido, no lo forces a convivir ni reproches una conducta antisocial. Ten presente que todos los niños tienen estilos diferentes para hacer nuevos amigos.
Pero ojo, mantente atento a los cambios de comportamiento en la forma de socializar de tu hijo. Ya que son una consecuencia de alguna preocupación o no se sienten seguros en ese ambiente.
Puedes estimular su interacción con los demás con las siguientes actividades:
- Llevándolo a una clase extra
- Invitando a algún amigo a pasar tiempo por la tarde.
- Practica con el algún juego simbólico y simula que son diferentes personas estableciendo un conversación.
Mi consejo es que comprendas la personalidad de tu hijo y tímido o extrovertido, siempre trabajes con él su seguridad personal para que sea capaz de expresarse e introducirse con quienes lo rodean.