Sin importar la edad, siempre puedes motivar a tus hijos superar sus metas.
Durante sus primeros meses, conforme a su crecimiento, los bebes logran metas de salud y desarrollo cognitivo de forma natural. Alrededor del primer año de vida empiezan a buscar formas para lograr lo que desean, como alcanzar un objeto arrastrándose o gateando, llevarse un alimento a la boca. Y conforme crecen, los objetivos se vuelven más complejos, cómo el vestirse solos, realizar algún deporte o dominar el uso de un juguete.
Los niños son decididos por naturaleza y saben exactamente lo que no quieren. Pero puedes ayudarlos a encontrar qué es lo que si desean.
Seguramente como madreo o padre a lo largo de tu vida te has puesto muchas metas, algunas si las has cumplido o otras quedaron en el olvido por diferentes circunstancias.
Mi consejo es, que guíes a tus hijos a que siempre se fijen metas viables, es decir, que se puedan cumplir. Una meta bien establecida cuenta con las siguientes características:
- Debe estár por escrito
- Ser posible de realizar
- Tener fecha de realización
- Ser motivante
- Ser congruente
- Ser especifica
- Convertirla en acciones
- Ser visualizable
- Ir acorde con la persona
Por ejemplo: si tu hijo desea poder cruzar sin ayuda todo el pasamanos del parque. Inicia por escribirlo o pedirle que haga un dibujo, asegurarte de que alcanza los barrotes y tiene la fuerza suficiente para hacerlo solo, fija los días y horas para practicar, cuando mostrará su habilidad y asegúrate de saber que es lo que hace que quiera lograrlo.
Si tu hijo te comparte sus planes e ideales cómo: “quiero ser un astronauta, maestra, científica o actor”. Explícale paso a paso y con metas a corto mediano y largo plazo cómo puede llegar a cumplirlas.
Recuerda qué, saber a donde quieres ir , hará que sea más fácil trazar el camino.