Los pensamientos pueden llevarnos a la derrota o a la victoria. Es muy importante el poder que tiene la mente en el desarrollo de tus hijos.
Cuando los pequeños se encuentran en situaciones difíciles, los primeros pensamientos son negativos, ya que están ante un reto que no saben si serán capaces de superar. Como el realizar una actividad nueva o un examen. Y si el resultado no es favorable, es muy probable que afirmaciones cómo “soy un burro, soy torpe, no puedo hacer nada bien” se vuelvan un pensamiento dominante para ellos, que influya en sus actividades diarias creando en el, una idea erronea de sus capacidades.
Si tu hijo se encuentra en esta situación o constantemente repite frases desalentadoras. Te recomendamos utilizar en repetidas ocasiones palabras que lo alienten de forma indirecta. Por ejemplo: “Hijo, por favor ayúdame a servir la leche en tu cereal, estoy segura que puedes hacerlo” o “Hijo, recuérdame por favor que hicimos el día de ayer, wow eres muy listo”.
Es importante que realices un análisis cómo papá o mamá midiendo la cantidad de frases negativas o positivas que dices durante el día. Recuerda que eres una influencia para tus hijos.
Procura explorar los puntos fuertes de tus hijos, invítalo y motívalo a participar en actividades nuevas. En algunas quizá no será una estrella, pero seguro encontrará la que le guste y destaque por sus habilidades.
Puedes realizar las siguientes preguntas para conocer su forma de pensar:
- ¿Cómo te sientes?
- ¿Eres feliz?
- ¿Te falta algo para sentirte feliz?
- ¿Cómo te llevas con tus compañeros?
- ¿Cómo se portan tus amigos?
- ¿Crees que has mejorado en (la actividad que realice?
- ¿Te hace falta algo para dominarlo?
No olvides que para los niños pequeños la mejor felicitación y mayor reconocimiento siempre proviene de los padres.