- Castigo
El objetivo del castigo es evitar que una conducta que no nos gusta, vuelva a ocurrir. Dependiendo del tipo de conducta que este ocurriendo es el nivel del castigo que debes otorgar a tus hijos.
Sigue estos 5 pasos para la lleves a cabo esta técnica con éxito:
- Ser congruente con la acción realizada y el tipo de castigo. Por ejemplo: si tus hijos no comen toda su comida en especial las verduras, puedes aplicar de castigo que se quedarán sin comer postre.
- Evita poner castigos muy largos como: “te quedas sin ver la tele por un mes” mejor aplica castigos breves y ponlo en un periodo de prueba, así le das la oportunidad de portarse bien.
- Llévalo a cabo de inmediato. Aplícalo solo después de que tu hijo haya tenido una mala conducta. Entre más tiempo esperes para aplicar el castigo, más difícil será para él comprender porque lo estas castigando.
- Se constante. Si lo vas a castigar por una conducta, hazlo cada vez que la realice.
- Si tus hijos realizaron una mala conducta que puso en peligro su integridad o te hicieron perder la paciencia, piensa dos veces antes de poner un castigo físico porque puedes perder el control y solamente lograrás empeorar la situación.
- Rincón, fuera de juego o tiempo fuera
El tiempo fuera es muy efectivo para desarrollar en nuestros hijos el autocontrol, ya que empiezan a entender que sus actos tienen consecuencias. Esta técnica se realiza llevando al niño a otro lugar apartado de las cosas que le gustan y de la zona donde presentó la mala conducta.
Toma en cuenta estos 4 puntos, cuando decidas aplicar el tiempo fuera:
- Hazle saber a tu hijo que si sigue su mal comportamiento su consecuencia será irse del lugar donde está y cúmplelo todas las veces que lo menciones.
- Necesitas encontrar un lugar neutral donde no haya atención ni objetos que pueda usar para entretenerse.
- Define el tiempo que pasará ahí, de 1 a 5 minutos. Por lo general, la mayoría de los especialistas recomiendan que sea 1 minuto por cada año que tenga el niño.
- Después de que pase el tiempo, tu hijo debe realizar la tarea que estaba haciendo o comportarse como se lo habías pedido.
- Sobrecorreción
Cuando tus hijos se niegan a realizar sus tareas, como lavarse los dientes, recoger sus juguetes, depositar en su lugar la ropa sucia, etc. El primer paso es mostrarles cómo hacerlo, invítalo a que lo haga y si aun así se niega a realizarlo e incluso se molesta, toma sus manos y realiza la acción junto con el hasta terminarla.
- Comunicación adecuada
¿Hablas con tus hijos, pero no te escuchan? Para comunicarte mejor con ellos toma en cuenta lo siguiente:
- Se clara, breve y directa: evitar darles explicaciones como si fueran adultos. Por ejemplo: “no toques la estufa porque te quemas”.
- Utiliza afirmaciones y define en que momento quieres que realice la acción, por ejemplo: “ordena tus juguetes ahora por favor”.
- Usa también tu lenguaje no verbal, míralo a los ojos cuando le hables y asegúrate de que te está escuchando y entienda el mensaje.
- Agradécele después de que realice lo que le pediste. Di gracias y brinda un abrazo, choca su mano, hazle saber que es importante para ti el que lo haya logrado.
- Date el tiempo para escuchar lo que ellos quieren decirte y no los interrumpas cuando expresen sus ideas.
- No preguntes si desea hacer sus tareas, háblale con afirmaciones que pueda cumplir.
- Como evito el estrés
¿Tus hijos se estresan? Tal vez te parezca un poco raro, sin embargo tus hijos también pueden estar estresados por varias razones; como el sentirse demasiado presionados por la escuela, enfrentarse a pleitos o separación de sus padres incluso saber sobre problemas sociales (robo, violencia).
Tú puedes darte cuenta de que tu hijo sufre de estrés observando algunos de estos indicadores:
- Si presenta problemas de sueño, alimentación o para ir al baño.
- Problemas emocionales como conducta irritable, miedo, angustia, timidez, hábitos nerviosos.
Para ayudar a tu hijo a reducir el estrés, sigue estos 5 útiles consejos:
- Antes de que elijas una solución es necesario que definas la causa del problema, por ejemplo, si es por algún problema médico, psicológico o solo es para tener tu atención.
- Organízate con horarios y actividades para que tu hijo se encuentre más relajado.
- Dale la oportunidad de realizar algún deporte que le agrade.
- Lleven a cabo técnicas de relajación.
- Platica con él y prepárale sobre futuros cambios que pueden ocasionarle estrés, como cambio de escuela, de actividades, etc.
Deseamos que estas técnicas te hayan sido de utilidad, espera nuestras próximas publicaciones.