- Desea dormir con sus padres
Observas la habitación de tu hijo, te aseguras de que sus sábanas están limpias, la temperatura es la adecuada, su cuarto luce ordenado… y entonces le pides que vaya a la cama. Te despides y te das cuenta que tu hijo quiere dormir en tu habitación. ¿Qué puedes hacer, antes de que esta situación sea un mal hábito? Si ya es demasiado tarde y cada que despiertas ves a tu hijo en tu cama, te sugerimos tomes en cuenta los siguientes aspectos para evitar problemas mayores que afecten su rol en la familia.
- Enséñale a dormir en su cama
Te puede ser útiles las técnicas antes vistas, sobre qué hacer cuando el niño no quiere dormir. En caso de que tu hijo este enfermo, puedes acompañarlo y dormir en su habitación. Si lo acostumbraste a que duerma contigo, cuando mejore llévalo a su habitación y dile que es momento de ir a su cama.
- Visitas nocturnas
Si tu hijo es de los niños que le encanta meterse a tu cuarto sin que te des cuenta. Puedes poner campanillas, o alguna trampa, no para impedir que tu hijo entre si no para que te des cuenta de que ha entrado a escondidas y puedas devolverlo a su cama.
- Hazle sentir incómodo
Si se pasó por alto las alarmas, y tu hijo está listo para dormir en tu cama, puedes hacer que pase un rato incómodo o que piense que es peligroso, por ejemplo, empujarlo poco a poco de la cama hasta reducir su espacio, o molestarle poniendo el brazo en su cara, empujarlo contra la pared, roncar fuerte, etc., siempre y cuando supervises que no corra ningún peligro.
- Motívalo en sus logros
Utiliza recompensas, según sus progresos, observa como tu hijo duerme poco a poco más tiempo en su habitación, hasta que logre dormir toda la noche. Apóyate en los gráficos. Recuerda que puedes utilizar palabras, una cena especial antes de dormir, la lectura de un cuento, un muñeco, etc.
- Habitación agradable
No es necesario que vuelvas a decorarla, agrega cosas nuevas que sean de interés para tu pequeño; utiliza imágenes de sus personajes favoritos para que su habitación le guste y se sienta cómodo en ella (colchas, muebles, cortinas).
- Acude con un especialista
Si se resiste al cambio a pesar de haber puesto en práctica los puntos anteriores, es necesario que pidas ayuda especializada a un profesional de la salud.
- Compañeros de cuarto
Si tu hijo está acostumbrado a dormir con sus hermanos en la misma habitación, y le resulta imposible la idea de dormir solo. Es importante que aprenda a dormir en su propia habitación. A continuación te presentamos algunos puntos que puedes seguir:
- Debes ser firme y decirle a tu hijo a partir de cuándo dormirá solo en su habitación.
- Acércate a él y platiquen, tal vez tu hijo tenga miedo de dormir solo.
- Para que se sienta más tranquilo puedes acompañarlo unos minutos o proporciónale un peluche o muñeco para que lo acompañe.
- Si es un cambio muy difícil para él, puedes permitirle dormir en la misma habitación que sus hermanos pero no en la misma cama, hasta que poco a poco se acostumbre.
- Puedes apoyarte con algún juguete o cuento para que se mantenga en su cama mientras duerme.
- Felicita a tu hijo por dormir solo, dile lo orgulloso que te sientes. Incluso puedes premiarlo con llevar a un amigo para que le haga compañía o hacerle su desayuno favorito al día siguiente.
- Realiza gráficos en donde le des la oportunidad de juntar puntos para obtener un premio. Poco a poco puedes postergar el premio que le darás, hasta que haya dormido solo el tiempo suficiente.
- Los sonámbulos
Si te pasa que tu hijo se levanta por las noches y tiene los ojos abiertos, pasan unos minutos o hasta una hora. ¿Qué debes hacer? Debes cuidar que los objetos que están a su alcance no sean peligrosos. También considera algún objeto que te avise que se ha levantado. No es conveniente que optes por encerrar a tu pequeño en su habitación.
- Los que hablan dormidos
No te preocupes si tu hijo habla en ocasiones cuando está dormido. Se puede decir que es un problema cuando afecta a los demás miembros de la familia. Considera los siguientes puntos:
- No exageres o hagas comentarios sobre su conducta. Lo más seguro es que si no le prestas atención no sucederá con frecuencia.
- Trata de que el niño duerma solo para evitar que moleste a los demás miembros de la familia.
- Procura que tu hijo este tranquilo antes de ir a dormir, ya que puede ser que demasiada actividad o alguna situación anterior le preocupe y provoquen agitación cuando este dormido.
- Terrores nocturnos
Si tu hijo ha despertado gritando y llorando, abrázalo y deja unos minutos para que se tranquilice. Pregúntale que es lo que le pasa. Un terror nocturno no significa que tuvo un mal sueño causado por monstruos o cosas que le causen miedos, sino que es provocado por no poder pasar a un sueño más profundo.
Cuida sus horarios y que descanse lo suficiente. Si es frecuente el que no pueda dormir, llévalo el médico de tu confianza, para descartar cualquier problema.
- Pesadillas
¡Cuidado! Ya es hora de que tus hijos vayan a la cama, y decides que vean televisión, no prestas atención y tu hijo está por ahí viendo una película. Después va asustado a su cuarto a querer dormir. Debes de cuidar el contenido al que se exponen tus hijos, ya que las pesadillas pueden originarse por ver o escuchar algo inapropiado o violento o bien, quizás se encuentra tenso o incluso amenazado. Ayúdalo dándole seguridad por medio de un abrazo, y acompáñalo un momento. Al día siguiente pregúntale que fue lo que le ocurrió y platiquen sobre lo que le preocupa.
Puedes decirle a tu hijo que puede dejar la luz prendida, decirle unas palabras u oración o alguna otra estrategia que le ayude a sentirse protegido y enfrentar sus pesadillas.