Es normal que nos cueste trabajo aceptar cuando cometemos un error, y es aún más difícil para los niños, les cuesta entender que todo el mundo comete errores.
Lo más común es que intenten culpar a alguien para intentar evitar la desaprobación y las consecuencias negativas de sus acciones. Por esto debemos enseñarles que ellos son los responsables de lo que ocurra a causa de sus actos.
Por ejemplo, si tu hijo tira al piso una bebida, esta acción tiene una consecuencia y es que hace un desastre con el jugo y ahora es su responsabilidad limpiarlo. No es necesario castigarlo, solo hazle saber que estuvo mal y que siempre que cometa un error deberá afrontarlo y solucionarlo.
Aplica estos consejos para que tu hijo comience a aprender de sus acciones:
- Pídele que se disculpe si es necesario.
- Explícale que debe ser honesto.
- Explícale que debe aceptar las consecuencias.
Y sobre todo, dale la confianza y seguridad de que cuenta con tu apoyo, esto es para evitar que a futuro oculte los accidentes o travesuras y esto pueda causar un mayor problema.
Empieza a hacer el cambio enseñando con el ejemplo, recuerda que aceptar las consecuencias de los errores sirve para aprender y dejale claro a tu hijo la importancia de decir siempre la verdad cuando se comete un error y buscar la forma de solucionarlo.